sábado, 19 de octubre de 2013

4to capítulo La casa de Hades. Parte 3


LA CASA DE HADES
(Español)
Capítulo 4
Parte 3
"Las encrucijadas"

     Hécate levantó los brazos pálidos. Las tres puertas por las que había venido del norte, este y oeste, comenzaron a girar con niebla. Una ráfaga de imágenes en blanco y negro brillaba y parpadeaba, como las viejas películas mudas que aún jugaban en los cines a veces, cuando Hazel era pequeña.
     En la puerta occidental, semidioses griegos y romanos en armadura completa luchaban uno contra otro en una colina bajo un gran pino. La hierba estaba sembrada de los heridos y los moribundos. Hazel se vio a caballo Arion, a la carga a través del cuerpo a cuerpo y gritando, tratando de detener la violencia.
     En la puerta de entrada al este, Hazel vio el Argo II hundiendose a través del cielo por encima de los Apeninos.
     Su aparejo estaba en llamas. Una roca se estrelló en el alcázar. Otra pasó a través del casco.
     La nave estalló como una calabaza podrida, y el motor explotó.
     Las imágenes de la puerta norte eran aún peores. Hazel vio a Leo, inconsciente o muerto, cayendo a través de las nubes. Vio a Frank tambaleándose solo por un túnel oscuro, agarrándose el brazo, con la camisa empapada en sangre. Y Hazle se vio a sí misma en una vasta caverna llena de hebras de luz, como una telaraña luminosa. Ella luchaba por abrirse paso, mientras, a lo lejos, Percy y Annabeth estaba tendidos e inmóviles a los pies de dos puertas de metal negro y plata.
     "Opciones", dijo Hécate. "Ustedes están en la encrucijada, Hazel Levesque. Y yo soy la diosa de las encrucijadas”.
     El suelo retumbó a los pies de Hazel. Miró hacia abajo y vio el brillo de las monedas de plata ... miles de viejos denarios romanos salieron a la superficie a su alrededor, como si toda la colina estaba llegando a su punto de ebullición. Había estado tan agitada por las visiones de las puertas que debía haber convocado cada pedacito de plata en el campo circundante.
     "El pasado está cerca de la superficie en este lugar", dijo Hécate. "En los tiempos antiguos, dos grandes vías romanas se reunieron aquí. Noticias se intercambiaron. Se celebraron ferias. Amigos se reunieron, y los enemigos lucharon. Ejércitos enteros tuvieron que elegir una dirección. Las encrucijadas son siempre los lugares de decisión".

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