sábado, 19 de octubre de 2013

4to capítulo La casa de Hades. Parte 2

     
LA CASA DE HADES
(Español)
Capítulo 4
Parte 2
"La comadreja y el labrador"
    
     "¿Su comadreja fue una bruja?"
     "Ella es un hurón, en realidad," dijo Hécate. "Pero, sí, Gale fue una vez una desagradable bruja humana. Tenía una terrible higiene personal, además de, ah, problemas digestivos." Hécate agitó la mano delante de su nariz. "Dio a mis otros seguidores mala fama."
     "Está bien." Hazel intentó no mirar a la comadreja. Ella realmente no quería saber nada acerca de los problemas intestinales de los roedores.
     "En cualquier caso", dijo Hécate, " la convertí en un hurón. Ella es mucho mejor así".
     Hazel tragó saliva. Miró al perro negro, que fue cariñosamente acariciado por la mano de la diosa. "¿Y el labrador...?"
     "Oh, ella es Hécuba, la ex reina de Troya", dijo Hécate, como si eso fuera obvio.
     El perro gruñó.
     "Tienes razón, Hécuba", dijo la diosa. "No tenemos tiempo para presentaciones largas.        El punto es, Hazel Levesque, tu madre pudo haber reclamado no creer, pero tenía verdadera magia. Finalmente, se dio cuenta de esto. Cuando buscaba un hechizo para invocar al dios Plutón, yo la ayudé a hallarlo”.
     "¿Tú...?"
     "Sí." Hécate siguió dando vueltas alrededor de Hazel. "Vi el potencial de tu madre. Veo aún más potencial en ti”.
     La cabeza de Hazel se volvió. Recordó la confesión de su madre justo antes de que ella su muerte: cómo había convocado Plutón, cómo el dios había enamorado de ella, y cómo, a causa de su deseo codicioso, su hija Hazel había nacido con una maldición. Hazel podía convocar a las riquezas de la tierra, pero cualquiera que los usara sufriría y moriría.
     Ahora bien, esta diosa estaba diciendo que ella había hecho que todo eso suceda.
     "Mi madre sufrió a causa de esa magia. Toda mi vida”
     "Tu vida no hubiera sido posible sin mí", dijo rotundamente Hécate. "No tengo tiempo para su enojo. Tú tampoco. Sin mi ayuda, morirás".
     El perro negro gruñó. El hurón chocó los dientes y se tiró un gas.
     Hazel sintió como sus pulmones se llenaban de arena caliente.
     "¿Qué clase de ayuda?" Exigió.

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