10mo capítulo La casa de Hades. Parte 1

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 10

Parte 1

"Las paredes del comedor"

     LEO había diseñado las paredes del comedor para mostrar escenas en tiempo real desde el Campamento Mestizo. En un primer momento, había pensado que era una idea bastante impresionante. Ahora ya no estaba tan seguro.

     Las escenas del campamento, el cantar a coro en la fogata, cenas en el pabellón, juegos de voleibol fuera de la Casa Grande, sólo parecía tener a sus amigos tristes. Cuanto más se alejaban de Long Island, peor se sentían. Las zonas de tiempo iban cambiando, por lo que Leo se sentía más distante cada vez que miraba a las paredes. Aquí en Italia el sol acababa de llegar. De vuelta en el Campamento Mestizo era el medio de la noche. Antorchas chisporroteaban en las puertas de cabina. Luz de la luna brillaba sobre las olas de Long Island, la playa estaba cubierta de huellas, como si una gran multitud acababa de salir.

     Con un sobresalto, Leo se dio cuenta de que ayer, ayer por la noche, había sido cuatro de julio. Se habían perdido la fiesta anual del campamento mestizo, la playa con los impresionantes fuegos artificiales preparados por Leo y sus hermanos de la cabina nueve.

     Decidió no mencionarlo a la tripulación, pero esperaba que sus amigos sin estar en casa hubieran tenido una buena celebración. Necesitaban algo para mantener el ánimo, también. Se acordó de las imágenes que había visto en su sueño, el campo en ruinas, llenas de cuerpos; Octavian de pie en la fosa voleibol, casualmente hablando con la voz de Gea.

     Bajó la mirada hacia sus huevos con tocino. Deseó poder apagar los vídeos de las paredes.

     “Entonces” dijo Jasón “ ahora que estamos aquí...”

     Se sentó a la cabecera de la mesa, un poco de forma predeterminada. Desde que habían perdido a Annabeth, Jasón había hecho su mejor trabajo para actuar como el líder del grupo. Después de haber sido pretor de vuelta en el campamento de Júpiter, fue probablemente entrenado para eso. Leo podía decir que su amigo se destacó. Tenía los ojos más hundidos de lo habitual. Su pelo rubio estaba inusualmente complicado, como si se hubiera olvidado de peinarlo. 

Para leer la parte anterior de

La casa de Hades click aqui

Y ya llegamos al décimo capítulo... todavía faltan varios, creo que son como 75. Si ya leíste hasta acá, comentá. Saludos!!!

9no capítulo La casa de Hades. Parte 5

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 9

Parte 5

"Despertar"

     “Si” dijo la mujer. Alrededor de su cuello colgaba un extraño colgante de bronce y esmeralda, como un laberinto circular. Sus ojos estaban tan enojados, que Leo finalmente entendió por qué loco era una palabra de locura. Esta señora estaba impulsada por el odio.      “La Casa de Hades espera, tú serás el primer roedor insignificante en morir en mi laberinto. Sólo tienes una oportunidad de escapar, Leo Valdez. Tómala.

     Hizo un gesto hacia el acantilado. “Estás loca” logró decir Leo.

     Eso era lo que no debía decir. Ella agarró su muñeca. “Tal vez debería matarte ahora, antes de que mi amigo oscuro llegue.

     Fuertes pasos sacudieron la ladera, el gigante se acercaba, envuelto en sombras, enorme

y pesado. Leo se inclinó sobre la cima.

     “¿Has oído hablar de morir en un sueño, muchacho?” preguntó la mujer. “Es posible, en manos de una Hechicera.”

     El brazo de Leo empezó a producir humo, el tacto de la mujer era ácido, trató de liberarse, pero su agarre era como el acero.

     Abrió la boca para gritar, la forma masiva del gigante se cernía sobre él, oscurecido por capas de humo negro.

     El gigante levantó el puño, y una voz, entró por el sueño.

     “Leo” Jason estaba sacudiendo su hombro. “Oye, hombre, ¿por qué estás abrazando a Nike?”

     Los ojos de Leo se abrieron. Sus brazos estaban envueltos alrededor de la estatua de tamaño humano en la mano de Athena.

     Debía de haberse agitado en sueños, y se había aferrado a la diosa de la victoria como si estuviera aferrado a su almohada cuando tenía pesadillas de niño. (Hombre, había sido tan vergonzoso en los hogares de huérfanos.)

     Se desenredó y se sentó, frotándose la cara.

     “Nada” murmuró. “Estábamos abrazados ¿qué está pasando?

     Jason no le tomó el pelo, eso era algo que Leo apreciaba de su amigo. Sus ojos azul hielo eran fuertes y serios. La pequeña cicatriz en su boca se torció como siempre lo hacía cuando tenía malas noticias para compartir.

     “Lo hicimos, cruzamos a través de las montañas” dijo. “Estamos casi en Bolonia. Vamos, debes unirte a nosotros en el comedor. Nico tiene nueva información.”

Para leer la parte anterior de                                                      Para continuar leyendo
La casa de Hades click aquí                                                     La casa de Hades click aquí

9no capítulo La casa de Hades. Parte 4

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 9

Parte 4

"Más que un sueño una pesadilla"

     Leo siguió corriendo, el gigante sombra seguía detrás de él. Él vio alrededor los cuerpos de los semidioses griegos y romanos. Quería comprobar si estaban vivos, quería ayudarlos. Pero de alguna manera sabía que se estaba quedando sin tiempo. Corrió hacia las únicas personas que vio vivas, un grupo de romanos de pie en la fosa de voleibol.

     Dos centuriones inclinaron casualmente sus jabalinas, charlando con un chico rubio alto y delgado, que vestía una toga púrpura. Leo tropezó, era ese monstruo Octavian, el augur de campamento Júpiter, que estaba siempre dando gritos de guerra.

     Octavian se volvió hacia él, pero parecía estar en trance, sus rasgos eran flojos, y sus ojos estaban cerrados. Cuando habló, lo hizo en la voz de Gea: Esto no se puede prevenir. Los romanos se mueven al este de Nueva York, avanzan hacia tu campamento, y nada puede frenarlos.

     Leo fue tentado para golpear Octavian en la cara, pero en vez de eso siguió corriendo.

     Subió la colina Mestiza, en la cumbre, el relámpago había astillado el pino gigante de Thalia.

     Vaciló hasta detenerse, la parte trasera de la colina fue despojada, más allá, todo el mundo se había ido. Leo no vio nada, pero muy por debajo de las nubes una alfombra de plata laminada bajo el cielo oscuro y escuchó una voz fuerte que dijo: “¿Y bien?”

     Leo dio un salto violento. En el árbol de pino roto, una mujer se arrodilló y una entrada de cueva apareció entre el las raíces de los árboles.

     La mujer no era Gea, se parecía a Athena Parthenos, pero estaba viva, con el mismo oro en las túnicas y los brazos desnudos de marfil. Cuando se levantó, Leo casi tropezó, casi cayó al fin del mundo.

     Su rostro estaba majestuosamente hermoso, con los pómulos altos, ojos grandes oscuros y el pelo oscuro con un peinado griego de lujo, situado en una espiral de esmeraldas y diamantes, por lo que le recordó a Leo a un árbol de Navidad. Su expresión irradiaba puro odio, su labio curvado, su nariz arrugada.

     “El hijo del dios chapista” se burló. “Ustedes no son una amenaza, pero supongo que mi venganza debe comenzar en algún lugar, haz tu elección.”

     Leo trató de hablar, pero estaba a punto de arrastrarse y salir huyendo por el pánico. Entre esta reina del odio y el gigante que lo perseguía, no tenía ni idea de qué hacer.

Para leer la parte anterior de                                                         Para seguir leyendo 

La casa de Hades click aqui                                                     La casa de Hades click aqui

9no capítulo La casa de Hades. Parte 3

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 9

Parte 3

"El principio del sueño de Leo"

     Retrocedió hasta cuando era pequeño estaba en los talleres de su madre, donde ella había fallecido en un incendio cuando Leo tenía ocho años.

     No estaba seguro de lo que lo estaba persiguiendo, pero él sentía que era algo grande, oscuro y lleno de odio.

     Tropezó con mesas de trabajo, derribado cajas de herramientas y tropezó con los cables eléctricos, vio la salida y corrió hacia ella, pero una figura se alzaba frente a él. Una mujer con ropas de tierra seca arremolinada, su rostro cubierto por un velo de polvo.

     ¿A dónde vas, pequeño héroe? preguntó Gea. Espera para conocer a mi hijo favorito.

     Leo dobló hacia la izquierda, pero la risa de la Diosa de la Tierra le siguió.

     La noche en que murió tu madre te lo advertí. Dije a las Parcas que no permitiría que te mataran. Pero ahora que has elegido tu camino, tu muerte está cerca, Leo Valdez.

     Se encontró con una mesa de dibujo de su madre. La pared detrás de él estaba decorada con Dibujos del creyón de Leo. Él lloró con desesperación y se volvió, pero lo que lo perseguía  ahora estaba en su camino. Una cosa colosal, estaba envuelto en sombras, su forma vagamente humanoide, con la cabeza casi raspando el techo de seis metros por encima.

     Las manos de Leo estallaron en llamas, criticó al gigante, pero la oscuridad consumió el fuego. Leo busco su cinturón de herramientas, pero los bolsillos estaban cosidos. Trató de hablar, para decir cualquier cosa que pudiera salvarle la vida, pero no pudo emitir ni un sonido, como si el aire de sus pulmones hubiera sido robado.

     Mi hijo no va a permitir cualquier fuego esta noche, Gea dijo desde el fondo de la bodega. Él es el vacío que consume toda la magia, el frío que consume todo el fuego, el silencio que se consume toda palabra.

     Leo quería gritar: ¡Y yo soy el tipo que estará fuera de aquí!

     Su voz no funcionaba, por lo que utilizó sus pies. Corrió hacia la derecha, pasando por debajo de la sombra y las manos del gigante, y entró por la puerta más cercana. De pronto, se encontró en el Campamento Mestizo, estaba en ruinas. Las cabañas estaban carbonizadas, los campos quemados ardían bajo la luna, el pabellón del comedor se había derrumbado en una pila de escombros blancos, y la Casa Grande estaba en llamas. Sus ventanas brillaban como los ojos del demonio. 

Para leer la parte anterior de                                                        Para seguir leyendo

La casa de Hades click aquí                                                     La casa de Hades click aqui

9no capítulo La casa de Hades. Parte 2

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 9

Parte 2

"Durmiendo en la sala de máquinas"

     Tal vez los ojos de Atenea disparaba rayos láser, o la serpiente detrás de su escudo podía escupir veneno. O tal vez la pequeña figura de Nike volvería a la vida y atacaría con algunos movimientos ninja.

     A Leo se le ocurrieron todo tipo de cosas divertidas que la estatua podría hacer si él había la hubiera diseñado, pero cuanto más examinada, más frustrado estaba. El Athena Parthenos irradiaba magia, incluso se podía sentir eso.

     Pero no podía hacer nada más que mirarlo impresionado. La nave se giró hacia un lado. Leo resistió el impulso de correr hacia el timón. Jason, Piper y Frank estaban en servicio con Hazel ahora, podían manejar lo que estaba pasando. Además, Hazel había insistido en tomar el volante para guiarlos a través del paso secreto que la diosa de la magia le había hablado.

     Leo esperaba que Hazel tuviera razón sobre el norte y el largo desvío. No se fiaba de esta señora Hécate, no entendía por qué una diosa tan espeluznante de repente había decidido serles de ayuda, por supuesto, él no confiaba en la magia en general. Es por eso que estaba teniendo muchos problemas con el Athena Parthenos, sin partes móviles, al parecer operaba con pura magia y Leo no apreciaba eso, quería que tuviera sentido, como una máquina.

     Finalmente se sintió demasiado cansado como para pensar con claridad. Se acurrucó con una manta en la sala de máquinas, escuchado el zumbido suave de los generadores. Buford, la mesa mecánica se sentó en la esquina en modo de sueño, haciendo pequeños ronquidos: Shhh, pfft, shh, pfft.

     A Leo le gusta su habitación, pero se sentía más seguro aquí en el corazón de la nave en una habitación llena de mecanismos que sabía cómo controlar, además, así pasaba más tiempo cerca del Athena Parthenos, y finalmente lograría sumergirse en sus secretos.

     “Es usted o soy yo, Gran Señora” murmuró mientras se ponía la manta hasta la barbilla.      “Vas a cooperar con el tiempo.” Cerró los ojos y se durmió. Por desgracia, eso significaba sueños.

Para leer la parte anterior de                                                      Para continuar leyendo

La casa de Hades click aquí                                                     La casa de Hades click aquí

9no capítulo La casa de Hades. Parte 1

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 9

Parte 1

"Revisando la Athena Parthenos"

Leo

     Leo pasó la noche luchando con una de doce metros de altura, Atenea.

     Desde que habían traído la estatua, Leo había estado obsesionado con averiguar cómo funcionaba. Estaba seguro de que tenía poderes. Tenía que haber un interruptor secreto o una placa de presión o algo así.

     Se suponía que debía estar durmiendo, pero él no había podido. Pasó horas garabateando sobre la estatua, que ocupaba la mayor parte de la cubierta inferior. Los pies de Atenea estaban pegados a la enfermería, por lo que tuvo que apretujarse para pasar por allí. Su cuerpo se extendía a lo largo del corredor del puerto, su mano estirada se adentraba en la sala de máquinas, ofreciendo la figura de tamaño natural del Nike que estaba en su mano, como diciendo ¡Toma un poco de la victoria! El rostro sereno de Atenea ocupaba la mayor parte de los establos para los Pegasos, que estaban afortunadamente desocupados.

     Si Leo fuera un caballo mágico, no hubiera querido vivir en un puesto con la diosa de la sabiduría de ese tamaño mirándolo.

     La estatua fue encajada firmemente en el pasillo, así que Leo tenía que subir a la cima y arrastrarse bajo sus ramas, en busca de palancas y botones.

     Como de costumbre, no encontró nada.

     Había hecho algunas investigaciones sobre la estatua. Él sabía que estaba hecha de un armazón de madera hueco cubierto de marfil y oro, lo que explicaba por qué era tan claro. Estaba en muy buena forma, teniendo en cuenta que hacía más de dos mil años de edad, había sido saqueado de Atenas, llevada a Roma, y en secreto almacenada en la caverna de una araña durante la mayor parte de los últimos dos milenios. La magia debió haberla mantenido intacta, pensó Leo, además está en un muy buen barco.

     Annabeth había dicho... bueno, trató de no pensar en Annabeth. Todavía se sentía culpable por que ella y Percy habían caído al Tártaro. Leo sabía que era su culpa. Él debió haber recibido cada uno de forma segura a bordo del Argo II antes de empezar a asegurar la estatua. Debería haberse dado cuenta de que el suelo de la caverna era inestable.

     Así abatido no iba a poder ayudar a Percy y Annabeth. Tenía que concentrarse en solucionar el problema que podía arreglar.

     De cualquier manera, Annabeth dijo la estatua sería la clave para derrotar a Gea. Podría cerrar la brecha entre los semidioses griegos y romanos. Leo imaginaba que tenía que haber algo más que un simple simbolismo.

Para leer la parte anterior de                                                      Para seguir leyendo 
La casa de Hades click aquí.                                                  La casa de Hades click aquí.

8vo capítulo La casa de Hades. Parte 3

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 8

Parte 3

"Seguir a las empusas"

     Las criaturas arrastraban los pies, sus voces se hicieron más débiles. Annabeth se arrastró hasta el borde de la roca y arriesgó una mirada. Efectivamente, cinco mujeres caminaban con sus piernas de bronce-mecánico en la pezuña hendida izquierda, y lanudo el de la derecha. Su pelo estaba hecho de fuego, su piel tan blanca como el hueso. La mayoría de ellas llevaban hechos jirones vestidos griegos antiguos, a excepción de la del plomo, Kelli, que llevaba una blusa quemada y desgarrada, con una falda corta plisada... como si aún fuera animadora.

     Annabeth apretó los dientes. Se había enfrentado a un montón de monstruos malos en los últimos años, pero ella odiaba a las empusas más que a la mayoría.

     Además de sus garras y colmillos desagradables, tenían una poderosa capacidad de manipular la niebla.

      Podrían cambiar de forma y hablar con encanto, engañando a los mortales para hacerlos bajar la guardia. Los hombres eran especialmente susceptibles. La táctica favorita de la empusa era hacer un cabeza de turco por el amor hacia ella, y luego beber su sangre y devorar su carne. No sería una gran primera cita.

     Kelli casi había matado a Percy. Ella había manipulado al viejo amigo de Annabeth, Luke, instándole a cometer actos más y más oscuros en el nombre de Kronos.

     Annabeth realmente deseaba tener su daga.

     Percy se levantó. "Se dirigen hacia las Puertas de la Muerte", murmuró. "¿Sabes lo que eso significa?"

     Annabeth no quería pensar en ello, pero, lamentablemente, este equipo de mujeres podría ser lo más cercano a la buena suerte que iban a tener en el Tártaro.

     "Sí," dijo ella. "Tenemos que seguirlas."

Para leer la parte anterior de                                                        Para seguir leyendo
La casa de Hades click aquí.                                                  La casa de Hades click aquí.