4to capítulo La casa de Hades. Parte 9

LA CASA DE HADES

(Español)

Capítulo 4
Parte 9
"De vuelta en el Argo II"

     "Estoy de acuerdo", dijo Hazel al caballo. "Vamos a salir de aquí."

     "¿Qué pasó?" Preguntó Leo cuando Hazel se subió a bordo del Argo II.

     Las manos de Hazel todavía temblaban de su charla con la diosa. Ella miró por la borda y vio el polvo que levantaba Arion a través de las colinas de Italia. Tenía la esperanza de que su amigo se quedara, pero no podía culparlo por querer escapar de este lugar tan rápido como fuera posible.

     Sobre el paisaje que brillaba como el sol del verano, cayó el rocío de la mañana. En la colina, las ruinas quedaron blancas y en silencio, no había señales de caminos antiguos, o diosas, o comadrejas con problemas intestinales.

     "¿Hazel?", preguntó Nico.

     Sus rodillas se doblaron. Nico y Leo le agarraron los brazos y la ayudaron a llegar hasta la cubierta de proa.

     Se sentía avergonzada colapsando como una doncella de cuento de hadas, pero su energía se había ido. Recordar las escenas brillantes de las puertas la llenaron de temor.

     "Conocí a Hécate, " se las arregló para decir.

     No les dijo todo. Recordó lo que Nico había dicho: Su valor ya se estira hasta el límite. Pero les habló del paso secreto al norte a través de las montañas, y el desvío que Hécate dijo que podría llevarlos a Epiro.

     Cuando terminó, Nico le tomó la mano. Sus ojos estaban llenos de preocupación. "Hazel, la encrucijada de Hécate es... es algo a lo que muchos semidioses no sobrevive. Y los que sobreviven no son los mismos. ¿Estás segura de que te sientes...? "

     "Estoy bien ", insistió.

     Pero sabía que no lo era. Recordó lo enojada que se había sentido al decirle a  la diosa que encontraría su propio camino y que iba a tener éxito en todo. Ahora le parecía ridículo. Su valor la había abandonado.

     "¿Qué pasa si Hécate nos está engañando?" Preguntó Leo. "Esta ruta podría ser una trampa."

     Hazel negó con la cabeza. "Si fuera una trampa, creo que Hécate hubiera hecho el norte más tentador. Créeme, no lo hizo”.

Para leer la parte anterior de

La casa de Hades click aquí.